Hola a todas:
Hoy quiero contaros nuestra experiencia vivida la semana pasada, y es que mi Princesa, mi Niña, ese bebé que me inspiró para meterme en esto comenzó su etapa escolar.
Lo cierto es que, antes de comenzar su etapa escolar, llevaba yo como medio año pensando que ya lo necesitaba. Porque mi Princesa nunca ha estado en guarderías y para colmo en nuestro entorno no existen niños con los que pueda jugar; sin embargo eso no ha impedido que sea una niña muy, muy extrovertida y con mucho desparpajo (espero que lo siga manteniendo por muchos años) y cada vez que vamos a un parque se acerca al niño que haya y le dice: "Hola niño", siempre con la idea de jugar. Ella decía que quería ir al cole para jugar con niños.
Así que llegó nuestro primer día, el Martes 10 de Septiembre. Cuando le dije que la iba a arreglar para ir al cole se puso muy, muy nerviosa. Me dijo: "Ponme guapa como Aurora (la princesa Bella Durmiente)". Como solo iban a estar una hora, por el periodo de adaptación, nos había informado la profesora que no llevaran mochila, pero Mi Niña tiene adoptado un juguete que tiene que llevar con ella a todos lados, es una pelota pequeñita de esas que salen en las máquinas de bolas y tenía que llevarla a toda costa. Así que le dejé coger su mochila con el único contenido de su pequeña pelota. Pienso que eso le hace sentirse más segura y espero que pronto se le pase, porque la pelota.... ¡¡se cae a trocitos!!
A medida que nos acercábamos al colegio iba diciendo: "Vanessa espera". Vanessa es el nombre de su profesora, ella aún no la conocía, yo le había dicho el nombre.
Llegamos, la dejé en clase sentada, y le dije: "mamá vuelve por tí dentro de un rato". ¿Y creen que no hubo lágrimas? Pues sí que hubo, pero no de ella, sino mías. Me fui antes que nadie pudiera darse cuenta..., mi princesita, mi bebé.... ¡¡¡se me hace tan mayor!!!......
A las 12 en punto allí estaba su madre para recogerla y que me contara cómo le había ido. Su respuesta fue:
-"No he coloreado" (esto con entonación de tristeza).
- "Entonces, ¿qué has hecho?"-le pregunto.
-"Solo jugar".
Pobre, tenía más expectativas a parte del juego, ja, ja, ja.
Ya en casa me contó que había un niño y una niña que lloraban diciendo: "Mamá, mamá". Como yo no paré de preguntarle terminó diciéndome: "No dice nada". ¡¡Vaya, cómo son los hijos !!.... y una con toda la ilusión del mundo intentando que me contara algo.
Y ese fue su primer día de una hora.
Miércoles y Jueves fueron igual una horita y la clase siempre dividida en dos grupos (cada grupo iba a una hora distinta). El Jueves cuando fuimos a recogerlos la profesora nos dijo que la mayoría lo llevaba bastante bien, así que el Viernes los llevásemos el día entero.
Así que el Viernes madrugón, aunque más para mi que para ella, puesto que la ilusión de volver al cole le podía más. De camino al cole iba cantando superfeliz: "Voy al cole, voy al cole ....". Cuando la recogí a las 14:00 h., me contó la profesora que lo había llevado bastante bien, salvo que se enfada cuando le cogen los juguetes e incluso pega. ¿¿¿¡¡¡Mi niña!!!!???.... Allí estaba yo, por primera vez intentando justificarla: si es que no tiene hermanos con los que tenga que compartir (el Pececito pequeño no cuenta, que tiene 2 meses), ni primos, ni ha estado en guardería, ni...., ni .... ¡¡Leñe, que pegar no tiene mucha justificación!! Y ahora tocará rectificarselo en casa.
El Viernes ya en casa, se pasó toda la tarde pidiéndome mimos, abrazos, besos,.... Solo quería estar conmigo. A pesar de lo que le gusta el colegio, porque se lo pasa mejor que en casa, me echa de menos. En el fondo me encanta saber que es así, porque yo también la echo de menos. Las mañanas son muy, muy silenciosas sin ellas, falta el alma de esta casa, la que le da vida.
El Domingo amaneció resfriada y en la tarde con un poco de fiebre. ¡¡Y solo lleva 4 días de colegio y ya se ha puesto malina!! No quiero ni pensar cuando termine el curso cuantas enfermedades habremos pasado.
Un Mar de Besos.