Y hoy han vuelto mi hermana y mi cuñado de la Luna de Miel y para darles la bienvenida se me ha ocurrido que qué mejor forma de hacerlo que haciendo un post dedicado a su boda. Aunque, la verdad que el post de hoy lo dedicaré a enseñaros cómo iban mis niños vestidos de paje y me guardo en el
A mi hermana la acompañaron 5 pajes, también había un bebé de 14 meses, pero éste no quiso ir con el séquito de pajes. Entre esos pajes estaban mis hijos, Carla con 6 años y Miguel Ángel con 3, además había dos mellizas de dos años y un niño de 7 años.
Yo era quien tenía que buscar cómo debían ir, pero luego las demás tenían que darme el consentimiento, así que imaginaros. Y después de buscar y buscar y de alguna que otra propuesta frustrada, la firma Chari Sierra Diseño Infantil, a principios de Agosto, presentó su colección Natalie. Fue verla y recordarme al vestido de mi hermana, que aunque no se aprecia en la foto está hecho en tul plumeti. La falda de su vestido tenía un vuelo en tul plumeti impresionante, con todo el vuelo que tenía les costó a las costureras adaptar el largo del vestido.
Para la camisa elegí un diseño similar al conjunto de niño de otra colección de esta temporada de Chari Sierra Diseño Infantil. Lo que sí tenía claro era que el tejido de la camisa sería en un plumeti beige. El pantalón yo lo hubiera preferido en rosa, pero encontrar una tela rosa en el tono del vestido era IMPOSIBLE, y no será porque no visité tiendas de telas.
El fajín está realizado con doble tela rosa y forrado con el tul plumeti del vestido. Elegí hacer un nudo simple, para mi gusto mucho más elegante que cualquier otro tipo de nudo. Y no, no es que el nudo sale perfecto para la foto, es que tiene trampa. Le pedí a la modista que le hiciera algo para que no se desmontase cada dos por tres. Y ella lo cosió en un lateral, así nos asegurábamos que no se moviera de su sitio y las dos partes de la lazada se unían con una corcheta invisible. Tanto la tela tul plumeti como el encaje de la camisa los pedimos a la firma a través de la tienda, la cual nos lo vendió.
El resto de fornituras los encontré en distintas mercerías de mi pueblo, incluso la tela rosa tuve que buscar (y buscar y buscar y volver a buscar) una sustituta porque la cantidad que nos mandó la firma era poca. Como iba debajo del tul y del encaje no se apreciaba bien que no era el tono exacto al del vestido.
La historia de los zapatos da para un post aparte, donde os hablaré de las pequeñas idiosincrasias de los mensajeros. Solo deciros que me llegaron un día antes de la boda y tras algunas llamadas telefónicas. Pero tanto los de Carla como los de Miguel Ángel,eeehhh.
Miguel Ángel llevaba en la boda este cartel tan molón made in mami:
En cuanto a Carla, elegí el vestido de talle bajo de la colección Natalie, como os he dicho antes. Las mellizas de dos años llevaban el jesusito. Es un vestido dulce y muy elegante. Tengo que reconocer, aquí en petit comité que el talle está retocado. Cuando llegó el vestido, a Carla le quedaba muy largo y para más inri el talle más bajo de lo que a mí me gusta. Así que mi suegra lo consiguió retocar tal y como a mí me gusta. Aunque reconozco que ya la tengo adoctrinada y ella misma lo quería hasta más corto, jijijiji.....
La delicadeza de este vestido evoca ternura y elegancia a raudales.
Los zapatos de Carla son las bailarinas de Topise, las cuales llegaron sin coser la lazada. Y también las tuve en mi poder la tarde antes a la boda. Y la que suscribe estaba con aguja e hilo cosiendo lazos la noche antes a la boda (¿Por qué seré tan perfeccionista??). Le puse unas medias color piel de microred, son de Julia Mora.
La corona es de Pilar Castreño, las otras niñas también las llevaban. Y es que una vez que pruebas su trabajo os aseguro que repetiréis una y otra vez. Tiene unas manos prodigiosas y sabe captar el gusto del cliente a la perfección.
Carla fue la segunda protagonista de la boda, después de los novios. Ella era la encargada de llevar los anillos. Los anillos iban en un vestidor donde mi madre había bordado una frase expresamente para Carla. Y es que mi hermana la llama muchas veces "Princesa".
Pero cuando os he dicho que Carla fue la segunda protagonista, no me refería solo al hecho de llevar los anillos, ¡¡¡nooo!!, fue porque leyó un texto en la Iglesia a los novios. Salió al altar de la mano de mi hermano mayor, él leyó primero y ella esperó su turno junto a él, mirándole con sus ojazos, apenas se le veía la cabeza por encima del altar. Y cuando le tocó a ella, fue de lo más emocionante de la ceremonia, esa vocecilla, ese desparpajo a tan corta edad y esa capacidad para leer dejó a muchos boquiabiertos e hizo que más de uno derramará alguna lágrima. Lo siento, pero hoy tengo que estar orgullosa de mi hija sí o sí. Imaginaros cuanta gente después felicitándome y preguntándome por la edad de Carla. No se lo creían. Algunos pensaron que Carla se sabía el texto de memoria.
Y AMOR, como el que se refleja en ese beso de hermanos, es lo que les deseo yo a los tortolitos porque con eso se puede superar muchas barreras.
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Un Mar de Besos
Me ha encantado. Qué vestido con más elegancia!
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